Las hormonas de los treinta vienen avanzando asquerosamente. No se si colgarme de la ducha, o darme un baño de inmersión. Menos mal que estoy en días femeninos y le hecho la culpa a eso.
Todo lo que hago me lo cuestiono, lloro, me río y me vuelvo a preguntar, pero al segundo exacto ya estoy mejor, agarro las cartas de Lauro Trevisan y doy vuelta las hamburguesas.
Me voy o no a lo de mis amigas? Después de ver tantas fotos me doy cuenta de que falta gente y la extraño, se me caen las lágrimas y paso la foto y me olvido. La anhedonia temporal y las siempre libre hacen desastres en mi cabeza.
Creo en Dios y en Buda que me protegen junto a la energía cósmica y el control mental.
Amén.